marzo 15, 2015

Análisis de la Psicopatología del Trabajo según Dejours y su analogía con el Ámbito Bomberil.


Dejours (1992) plantea que las condiciones del trabajo están específicamente relacionadas con los daños infligidos a la salud de los trabajadores y que la organización del trabajo a menudo es peligrosa para su funcionamiento psíquico. Existen ciertos factores patógenos resultantes de la división del trabajo que generan sufrimiento, ansiedad y miedos lo cual lleva a erigir defensas individuales y grupales que buscan neutralizar y/o equilibrar la ansiedad y el sufrimiento de manera de poder continuar con sus tareas. 

Estos factores patógenos tienen que ver con el miedo resultante o que acompaña al trabajo que se tiene que realizar. Así sucede con algunas ocupaciones, en las cuales existe riesgo para la estructura física y mental de los trabajadores; tal es el caso de los rescatistas y los bomberos, quienes se ven expuestos a una gran cantidad de actividades (incendios, rescates en estructuras colapsadas, accidentes automovilísticos, etc.), ante las cuales emplean una serie de defensas psicológicas; por ejemplo, disminución de la magnitud de la carga afectiva de la emergencia a través de una serie de epítetos que generan una sensación de irrelevancia de estos eventos, como es el caso en los bomberos de Caracas de llamar “caliches” a algunas emergencias, para minimizar el impacto psicológico que pudiesen generar estos eventos y sucesos catastróficos en la psique de los bomberos. 

Según el autor antes mencionado, hay riesgos que son inherentes al trabajo e independiente de la voluntad del trabajador, que pueden ocasionar la intoxicación y muerte de varios trabajadores, como es el caso de las actividades de alto riesgo (trabajo en minas, en alturas, en áreas confinadas, entre otros). Estos riesgos generan ansiedad que requiere se elaboren defensas particulares y colectivas a fin de neutralizar el miedo y poder continuar con la tarea. 

Las defensas funcionan según una lógica rigurosa asegurada por un sistema de prohibiciones de ciertos comportamientos y aceptación de otras acciones: comportamiento heroico, de bravura, hombría, de menospreciar el riesgo, de bromas pesadas, de silencio ante todo lo que signifique miedo. En los bomberos de Caracas se les dice “gallos” a los que presentan actitudes de miedo, de dudas y de falta de pericia ante situaciones de emergencias. 

Estos mecanismos exigen la participación de todos o casi todos los miembros del cuerpo de bomberos; ejerce un poder de exclusión a los que se resisten a las reglas de conducta establecidas para mantener las defensas colectivas. Cuando sobrevienen muertes de compañeros de trabajo cumpliendo su labor se rompen las defensas, reactivando las ansiedades y miedos que produce la atención de emergencias; cuando ocurren estas muertes, los bomberos se desbordan, en muchas ocasiones en los mismos procedimientos, impidiéndoles continuar con la atención de la emergencia. 

Por otra parte, en ocasiones, según Dejours, se suma al riesgo inherente al trabajo los riesgos derivados de los grandes esfuerzos personales, de competencias de habilidad y valentía. En estas pruebas es como si ellos crearan el riesgo y no fuera el peligro que se cierne sobre ellos independientemente de sus voluntades. Al crear la situación de riesgo o agravarla es en cierta medida ser dueño de ella. Esto resulta en el sistema defensivo para controlar la ansiedad. 

Por otro lado, tiene un carácter colectivo, ya que es compartido por todos. Podemos hablar de una ideología defensiva, la cual tiene un valor funcional para los trabajadores. Si alguno de ellos no domina su aprehensión es eliminado, es motivo de burla. A través de este proceso, el grupo opera una verdadera selección que garantiza el valor operacional de la defensa, ya que se defendieron contra la ansiedad que reactivó el comportamiento del miedoso. La conciencia aguda del riesgo, sin un mejoramiento emocional del trabajador y de su percepción del riesgo, obligaría a tomar tantas precauciones que el trabajador se volvería ineficiente e ineficaz desmejorando la producción. 

Dejours señala que el miedo, ocultado por las defensas, aparece invertido, enmascarado, en forma de cefaleas, enfermedades psicosomáticas y laborales, perturbaciones de las relaciones personales y familiares, alcoholismo, relaciones de violencia como medio para manejar la agresividad, accidentes laborales, entre otros. Podemos decir que al rebasar el miedo las defensas creadas se desarrollan una serie de patologías que originan trastornos y sufrimientos asociados al estrés que van a afectar tanto al individuo, a su familia como a su entorno familiar. El trabajo bomberil de por sí genera una carga emocional, física y social bastante fuerte; al estar expuesto el bombero a las condiciones adversas de las emergencias debe contar con estrategias psicológicas y cognoscitivas que le permitan atender la emergencia con serenidad de manera que el servicio de bomberos a la comunidad sea efectivo. 

 Dejours, Ch. (1992). Trabajo y Desgaste mental. Buenos Aires. Humanitas.