Cuando
revisamos las estadísticas de bajas en bomberos por lesiones o por fatalidades
nos surgen una serie de preguntas. ¿A qué se debe el alto número de
accidentabilidad en esta profesión? ¿Será algo característico, intrínseco al
ser bomberil el padecer numerosos accidentes en el ejercicio laboral?, o ¿tendrá
que ver con algunas variables presentes tanto en el contexto laboral como en la
preparación técnica y las tipologías psicofísicas del bombero?
En los Estados Unidos, país que
cuenta con la más avanzada tecnología en equipamiento bomberil, los mayores centros
de entrenamiento, la normativa referida a bomberos más desarrollada y
específica quizás del planeta y lineamientos estrictos para ser bomberos; sin
embargo, es uno de los países que tiene el mayor número de bomberos fallecidos
y lesionados por año.
Según
Niosh (http://www.cdc.gov/niosh/fire/), aproximadamente
hay 336.000 bomberos de carrera (bomberos con un salario) y 812.000 bomberos
voluntarios. Anualmente, entre 80 y 100 bomberos mueren en el cumplimiento del
deber, es decir, en la atención de emergencias. La National Fire Protection
Association (NFPA) de Estados Unidos, en un análisis de las muertes de 105
bomberos producidas el año 2003, determinó que el 45% de éstas fue causado por
stress o sobreesfuerzo; el 38% por traumas internos debido a accidentes
vehiculares; 7% quemados; 4% aplastados; 5% por asfixia y 1% por otras causas. Un
estudio reciente, publicado por la Asociación Internacional de Bomberos (http://client.prod.iaff.org/), afirma
que el 20 % de los bomberos en los Estados Unidos sufren de trastorno de estrés.
En el 2005, la NFPA (http://www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/2007-133_sp/), reportó
que el 44% de las muertes de bomberos en el trabajo durante el periodo de diez
años de 1995 a 2004 se debió a muerte cardiaca repentina.
En
colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer y la Universidad de
California en Davis y la NIOSH (http://www.fundamentosparabomberos.es/blog/123-estudio-del-niosh-sobre-el-cancer-en-bomberos), encontró
que en una población combinada de casi 30.000 bomberos de tres ciudades estadounidenses,
San Francisco, Chicago y Filadelfia, tenían
tasas más altas de varios tipos de cáncer, y de todos los cánceres combinados,
que la población de los EE.UU. en su conjunto.
Según
la Fire Administration’s y la National
Fire Incident Reporting System (https://www.usfa.fema.gov/downloads/pdf/statistics/v17i6.pdf), en
los E.E.U.U, desde el 2012 hasta 2014, un estimado de 29,425 bomberos resultaron
heridos en lugar del incendio, y otros 4.125 sufrieron lesiones al momento de
ir hacia el lugar de las emergencias o durante su regreso de la atención de los
incidentes.
Como
vemos existe un sin número de datos estadísticos que dan cuenta de la
problemática en relación a la accidentabilidad en los bomberos en los Estados
Unidos. Siendo esta la nación más desarrollada tecnológicamente del planeta,
estos datos chocan porque se supone que por los altos niveles de preparación y
capacitación del bombero y por los innumerables estudios científicos que se
llevan a cabo en cuanto al comportamiento del fuego, el efecto de los agentes
extinguidores, las técnicas de supresión del fuego, de rescate y de atención de
materiales peligrosos, etc, el número de lesiones en bomberos debería ser
menor.
Stefan
Svensson, ingeniero especialista en incendios y asistente de los Cuerpos de
Bomberos en Suecia, plantea que la actitud del bombero estadounidense tiene que
ver con este nivel alto de lesiones. Dice que el papel de héroes que asumen los
bomberos norteamericanos en sus intervenciones, incide en que los índices de
mortalidad y accidentalidad sean demasiado elevados respecto al de otros países.
El
bombero en EE.UU juega al papel orgulloso del héroe anteponiéndolo al de la
seguridad, esta adoctrinado en que es heroico morir por salvar a otro en vez de
concentrarse en realizar un trabajo seguro y eficiente. Según Stefan Svensson,
en los últimos accidentes graves ocurridos en los EEUU, con un saldo de
bomberos fallecidos dentro de los incendios, ningún bombero cayo por rescatar
alguna víctima, al contrario fallecieron a causa de garrafales errores
operativos y aparte de perderse las vidas de los bomberos, se perdieron los
inmuebles por causas del incendio. (https://voluntariosdelena.wordpress.com/2013/10/25/una-vision-critica-sobre-la-actitud-de-los-bomberos-de-eeuu/).
Por
otra parte, según un estudio llevado a cabo por Lori Moore-Merrell, Sue
McDonald, Ainong Zhou, Elise Fisher, Jonathan Moore, en los Estados Unidos en
el 2006, (http://www.iaff.org/tech/pdf/contributing%20factors%20to%20ff%20line-of-duty%20death_iaffand%20usfa.pdf), con
el objetivo de identificar y cuantificar los principales factores que contribuyen
a la muerte de los bomberos de línea en cumplimiento del deber, llegaron a la
conclusión de que las principales variables que inciden en las lesiones que
sufren los bomberos durante las actividades de atención de emergencia, están
relacionadas en un 53,88 % con la salud, la actividad física o deportiva y el
bienestar, un 19,41 % con los equipos de protección individual y los errores
humanos con un 19,1 %. Se observa en estos datos que la deficiencia o ausencia
de la capacidad física, mental o emocional necesaria para soportar los
esfuerzos o tensiones de la vida y el funcionamiento en el lugar de trabajo tiene
una mayor incidencia en la accidentabilidad bomberil que todas las demás
variables, incluyendo el conocimiento técnico.
En
cuanto a las estadísticas de morbilidad y mortalidad en los bomberos de
Suramérica poco se conoce, en la mayoría de los países de nuestra América no se
llevan a cabo programas de procesamiento de datos de accidentabilidad bomberil,
por lo que no tenemos certeza de cuál es el número exacto de bomberos afectados
durante el ejercicio de sus labores. Sin embargo, por las informaciones
aportadas por la Hermandad de Bomberos, de otros portales en la web, de los
medios de comunicación podemos suponer que en algunos países es alta la
frecuencia de bomberos lesionados en servicio.
Habría que indagar acerca de las
causas que inciden en la ocurrencia de esas lesiones y fatalidades en bomberos.
En lo particular parto de que una de las variables que más incide en la accidentabilidad
bomberil, tiene que ver con las estrategias de afrontamiento del estrés durante
la atención de emergencias.
El
estrés se puede definir como un conjunto de reacciones del complejo sistema
psiconeuroendocrinológico que preparan el organismo para la acción. Estas reacciones
se traducen en una serie de cambios físicos, biológicos, hormonales, conductuales,
emocionales y psicológicos que, previa evaluación consciente o inconsciente de
los factores estresantes, permite responder a las demandas externas.
Estas
respuestas producen un conjunto de efectos tales como: confusión mental, lentitud
de pensamientos, incapacidad para tomar decisiones, dificultad para mantener la
concentración y la atención, miedo, pánico, alteración de la frecuencia
cardíaca y respiratoria, agotamiento físico, mareos, sofocamiento, mecanismos
de defensa individuales como los comportamientos heroicos y el menosprecio del
riesgo
Al cruzar los datos estadísticos enunciados
más arriba con algunos de los efectos que se producen a consecuencia del estrés
podemos hipotetizar que mucho de la accidentabilidad bomberil tiene que ver con
las estrategias de afrontamiento del estrés. El afrontamiento se refiere a los
esfuerzos psicológicos y conductuales dirigidos al manejo y a la tolerancia del
estrés.
En
la mayoría de los cursos de bomberos no se aborda la temática de las técnicas
de afrontamiento y manejo del estrés. En la actualidad se ha logrado como
primer paso el incluir cursos de primeros auxilios psicológicos para evitar que
se instalen patologías producto del estrés vivenciado en la atención de
emergencias. Pienso que el siguiente paso es el preventivo y va de la mano con
la adquisición de conocimiento teórico-prácticos en estrategias de
afrontamiento y manejo del estrés.