El
campo de la seguridad y salud laboral está referido a todas aquellas
condiciones de trabajo que puedan afectar la calidad de vida y la salud de los
trabajadores.
Las condiciones de trabajo abarcan una serie de variables
inmersas en el proceso de trabajo, que van desde la organización y división del
trabajo hasta el ambiente laboral, incluyendo los medios de trabajo, es decir,
las herramientas, equipos y aparejos para realizar la labor, los objetos o
sujetos de trabajo y la actividad laboral propiamente dicha. Esto conforma lo
que se llamaría el tetraedro del trabajo: objeto/sujeto de trabajo, medios de
trabajo (ambiente físico de trabajo y herramientas, equipos, útiles de
trabajo), organización y división del trabajo y la actividad laboral.
La
interrelación de estos factores tiene una incidencia en el proceso
salud-trabajo-enfermedad. Cuando las condiciones de trabajo son insalubres e
inseguras da origen a los procesos peligrosos, lo cual va afectar negativamente
la calidad de vida laboral y generar riesgos a la salud. En cambio, si las
condiciones de trabajo son seguras, dignas y adecuadas, la calidad de vida
laboral será positiva y saludable.
Según
la OIT, mediante el Convenio sobre el Marco Promocional para la Seguridad y Salud
en el Trabajo (núm. 187 del 2006), el Estado debe promover la mejora continua
de la seguridad y salud en el trabajo, con el fin de prevenir las lesiones,
enfermedades y muertes ocasionadas por el trabajo. De manera que mediante la
legislación, los convenios colectivos, y cualquier otro instrumento legal pertinente
en materia de seguridad y salud en el trabajo, se obliga a que existan condiciones
adecuadas, medidas de prevención y mejoras continuas de la seguridad y la salud
de los empleados en los centros de trabajo a fin de evitar que se produzcan
accidentes laborales y enfermedades ocupacionales que puedan afectar la calidad
de vida de los trabajadores y generar además, costes económicos y daños a la
familia.
Todo
esto implica que se responsabiliza a los empleadores, patrones, empresarios de
las afectaciones a la salud laboral por no haber adoptado las medidas
preventivas que podrían evitar el daño.
En
cada país existe un marco legal que regula todos los aspectos concernientes al
proceso salud-trabajo-enfermedad y que le brinda cierta protección a los
trabajadores durante el ejercicio ocupacional y que tipifica aquellos factores
que pudiesen generar algún impacto en la calidad de vida y salud laboral.
La
profesión bomberil es una actividad laboral de servicios a la comunidad y con características
particulares, inusuales y especiales que complejizan la protección de la vida y
salud de los bomberos.
La
infinidad de eventos y emergencias que atienden los bomberos, los diferentes
ambientes y condiciones a las que se exponen, la multiplicidad de tareas que
llevan a cabo y las diversas herramientas que emplean, aunado a las presiones
del trabajar en los límites difusos de la vida y la muerte, resultan en un complicado
y enmarañado proceso de trabajo, con una pluralidad de procesos peligrosos y
riesgos a la salud, que permiten conceptualizar al ejercicio bomberil como una
de las profesiones más peligrosas del mundo. Esto, más que un halago, resulta
en una enorme dificultad para establecer medidas de protección y prevención a
la seguridad y salud laboral del bombero; sumado a que debido a las características
de esta profesión, no se asumen como accidentes de trabajo o enfermedades
ocupacionales, muchas de las afectaciones que sufre el bombero durante su
ejercicio laboral. Quedando, por una parte, desprotegido al no establecerse las
responsabilidades legales de quien responde por las condiciones de trabajo a la
cual se enfrenta el bombero, y, por otra parte, no se realiza la investigación
de los procesos peligrosos y riesgos a la salud desde la óptica de la seguridad
y salud laboral.
En
los diferentes portales y páginas bomberiles podemos observar la cantidad de
accidentes que sufren los bomberos a diario durante sus labores; sin embargo,
los comentarios y las reseñas no pasan de ser catalogados como algo inherente
al ejercicio laboral del bombero; es decir, como algo inevitable por ser una
profesión altamente peligrosa.
Como consecuencia, la salud y calidad de vida se
pierde por la exposición constante a las malas condiciones de trabajo que
enfrenta el bombero. Malas condiciones que se asumen como per se y que no se
pueden evitar, por lo tanto no se puede hacer nada y queda al azar lo que pueda
suceder en cada evento que se atiende. Por lo que el bombero se desentiende y renuncia
a exigir mejoras de sus condiciones de trabajo.
Por otra parte, los entes
encargados de la institución bomberil ignoran y relegan su responsabilidad en
cuanto a las medidas que deben adoptar para lograr unas condiciones de trabajo
seguro y saludable. Esto está sustentado en dos vertientes: una tiene que ver con
la conceptualización del trabajo bomberil como una profesión de alto riesgo,
por lo cual no se puede controlar las condiciones de trabajo más allá de
otorgar un equipamiento básico, debido a las características múltiples y atípicas
de cada emergencia.
La otra vertiente tiene que ver con que el ejercicio
bomberil, en muchos países, no está catalogada como un empleo sino más bien
como una actividad voluntaria, y debido a esto no estaría regulada por los
requerimientos legales que se exigen para las ocupaciones remuneradas, por lo
que se obvia la obligatoriedad del patrono o empleador de garantizar a los
trabajadores condiciones de seguridad, salud y bienestar en un ambiente de
trabajo adecuado.
En
ambos casos, se omite la responsabilidad del empleador y sus representantes
ante los accidentes que ocurren durante la atención de las emergencias o durante
cualquier actividad que realice el bombero y de las enfermedades pudiesen
surgir por la exposición a sustancias o situaciones que afectan su salud al no
ser ni considerados ni declarados como accidentes de trabajo o enfermedades
ocupacionales.
Por
otro lado, al no ser declarados como accidentes de trabajo o enfermedades
ocupacionales no se puede realizar la prevención ni se podrá contribuir a
disminuir el número de bomberos que día a día son afectados durante sus labores
bomberiles.
Para
culminar, consideramos que la epidemiologia laboral bomberil, las estadísticas de
cada evento que afecte la salud y la calidad de vida del bombero, nos permitirán
determinar y clasificar los accidentes de trabajo y las enfermedades
ocupacionales que aquejan al bombero, y, lo más importante, nos permitirá tomar
las decisiones más adecuadas para establecer las medidas preventivas que nos
lleven a inclinar la balanza hacia el polo positivo del proceso
salud-trabajo-enfermedad.