diciembre 05, 2015

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS A BOMBEROS



.       El personal de bomberos enfrenta diariamente situaciones en las cuales está presente la vida o la muerte. Algunas emergencias, como es el caso de la atención de parturientas, los bomberos, dependiendo de las características del evento, no están bajo la presión de la muerte sino de la vida; ayudan en el proceso de gestación y nacimiento de un nuevo ser humano. 

              La “lucha” está enmarcada en ayudar a la madre en este tránsito, a veces muy doloroso, de lograr coronar el paso del neonato del vientre materno al ambiente externo. Por otro lado, cuidan que él o la bebe sufran el menor daño posible. 
      
      En este tipo de eventos el impacto psicológico al bombero se produce cuando en vez de ir hacia la vida se va hacia la muerte de la madre o el neonato. El bombero se resiente al no lograr culminar con éxito la atención del evento y la impotencia de no haber podido ayudar en la entrada a la vida del nuevo ser o de la permanencia de la madre. 

            En el otro extremo están los eventos en que la muerte ronda a los afectados por la ocurrencia de algún evento adverso de gran magnitud y en el que el nivel de las lesiones es múltiple. Los bomberos intentan estabilizar y rescatar a los involucrados. Ya al ir a la atención de emergencia con saldo masivo de lesionados, los bomberos saben que en estos casos se está en presencia del proceso que va de la vida a la muerte. 

        Están conscientes que es probable que alguno de los afectados puede fallecer durante la atención; es decir, están “mentalizados” de que puede ocurrir dependiendo de la magnitud de las lesiones que tengan las personas involucradas en el evento. En este caso el impacto psicológico al bombero estará mediado principalmente por los niveles de implicación que tenga con el lugar en donde se desarrolle el evento y con las personas afectadas. 

               Es decir, a menor distancia vivencial con el lugar donde se haya producido la emergencia mayor será el impacto traumático. Si el bombero vive en la zona y si esta vivencia ha sido con experiencias significativas, mayor afectación psicológica presentará. En cambio, cuando esta vivencia es mínima el impacto va estar mediado por la cantidad de lesionados y la magnitud y continuidad en el tiempo de la emergencia. Si los lesionados son bomberos el impacto es mayor, seguido de niños, mujeres, ancianos y hombres. En cada caso, los niveles de afectación psicológica van a depender, también, de la experiencia bomberil en la atención de emergencias.  

            Estos elementos son de consideración al momento de hablar de primeros auxilios psicológicos al personal de bomberos, ya que esto va a condicionar la manera y las estrategias o herramientas a emplear cuando se atienda a un bombero que pudiese estar impactado psicológicamente por la atención del evento.

Cuando hablamos de primeros auxilios psicológicos nos referimos a la intervención psicológica orientada a la estabilización del afectado, a la reducción de los síntomas de sufrimiento o disfunción y a la reducción de la intensidad de la emoción que presenta la persona producto del impacto emocional vivido, con el fin de lograr un estado de funcionamiento adaptativo o facilitar el acceso a mayores cuidados cuando sea necesario.

            En el caso de los bomberos cuando están en la atención de alguna emergencia, por lo general, no se produce un impacto emocional que produzca en ellos factores disfuncionales que les impida continuar su labor, ni aparecen síntomas de sufrimiento psicológico a la manera en que ocurren con el común de las personas debido a que los bomberos construyen procesos de resignificación de las emergencias para lograr mantener la serenidad y poder ser eficientes en su labor. 

              Los significados construidos van a tener cierta influencia en la manera como se perciben los eventos de forma tal que les sirven para aminorar la carga afectiva, emocional, que genera la atención de emergencias; estos significados disminuyen el impacto psicológico y traumático del tener que enfrentarse a víctimas graves y cuerpos mutilados y el estar expuestos al sufrimiento de los otros.

            Todos estos elementos direccionan las estrategias a seguir en la prestación de los primeros auxilios psicológicos al personal bomberil; ya no se trata de aplicar la misma metodología que se lleva a cabo con las personas que son afectadas por algún evento adverso y trasladarla al personal de bomberos igualándolos en condiciones psicológicas, profesionales y laborales.

El bombero, como experto formado en la atención eficiente de emergencias con saldo masivo de víctimas, no está al mismo “nivel” psicológico de cualquier persona “común y corriente” que sea afectado por algún evento adverso, ya que posee un conjunto de herramientas psicológicas que lo protegen de ser afectado al momento de laborar en situaciones de incendios, de rescate, accidentes automovilísticos o desastres.

Los bomberos en el día a día se van “acostumbrando” a laborar en situaciones con alta carga traumática por lo que se va generando un efecto de “anestesiamiento” emocional, se van “moldeando” las maneras de percibir la “realidad”. Al estar constantemente expuesto a las condiciones adversas que supone la atención de emergencias debe contar con estrategias psicológicas y cognoscitivas que le permitan trabajar con serenidad de manera que el servicio bomberil a la comunidad sea efectivo 

En este sentido, al hablar de primeros auxilios al personal de bomberos se debe partir, en un primer momento, de la preparación psicológica en el antes, proporcionándole técnicas de afrontamiento del estrés y de resignificación de las emergencias que permitan disminuir el impacto traumático al laborar en la atención de éstas. También es importante, por parte de los oficiales y/o gerentes de la institución el proporcionar e incentivar el apoyo psicosocial entre los bomberos, el crear una red de apoyo basada en la amistad y camaradería que permita el flujo de los afectos positivos y que se manifieste cuando alguno de los bomberos sea afectado por alguna emergencia en particular.

El trabajo bomberil implica el control emocional por parte de los equipos de atención de emergencia; el bombero debe estar preparado psicológicamente para enfrentar situaciones en la cual la vida está en riesgo y en que las condiciones del entorno pueden ser en extremo estresantes y peligrosas. En este contexto se debe partir desde lo preventivo, y para esto es necesario el partir del establecimiento de una eficiente gestión de la emergencia, controlando los tiempos de exposición de cada bombero en la escena o área caliente y el considerar la implicación vivencial y afectiva directa, que tengan los bomberos, con el lugar en donde se haya originado el evento.

El actuar en el antes va garantizar que el personal bomberil va tener una alta preparación tanto técnica, física como psicológica para poder afrontar y gestionar eficientemente el impacto que produce el laborar en una profesión inmersa en tantos procesos peligrosos. Este accionar previo a la atención de las emergencias debe dirigirse por un lado, a la adquisición de conocimientos de los distintos escenarios a los que se van a enfrentar, a la profesionalización y el realizar prácticas y simulacros; y, por otra parte, el llevar a cabo un proceso de resignificación de los distintos eventos adversos en los cuales se laborará permitirá un cambio en la percepción de éstos y del impacto traumático que pudiesen generar en el bombero.
Es importante conocer cuáles son los eventos que los bomberos consideran más traumáticos e impactantes y las razones que expresan de por qué los evalúan así y en función de esta información establecer un plan de trabajo que comprenda los aspectos técnicos y cognoscitivos necesarios para laborar en la atención de estos eventos, y, por otro lado, el instituir significados que disminuyan el impacto traumático de estos eventos.